imagen: The Chapel of the Cross, instagram
Eres amado. Dos sencillas palabras. Pero son palabras que pueden transformar... ¡todo! El Nuevo Testamento dice que “el amor viene de Dios, porque Dios es amor.” Este amor no es nada menos que sangre salvadora para una familia global que muchas veces se siente y actúa en maneras no amorosas. Con demasiada frecuencia estamos experimentando hemorragias de miedo y sufrimiento porque dejamos que el egoísmo — el opuesto del amor — llena nuestras venas y mata nuestros almas. Y el mundo puede ser transformado. Sin embargo en esta búsqueda, algo clave que hay que recordar es que Dios es el iniciador de la reconciliación, no nosotros los seres humanos.