imagen: Sarah McAfee, @writeswdragons
En el descanso un tipo de magia ocurre. El descanso verdadero nos cambia al nivel celular. Es el espacio en lo cual el cuerpo es fortalecido y el alma restaurado. Inhala y exhala, tranquilízate, descansa y deja que Dios te acerque. Alíviate del torrente de adrenalina y de los elogios ganados por quedarte ocupado para que Jesús pueda renacer en ti.