La paciencia es el recordatorio de que no tenemos el control, que nuestras vidas no siempre pasan según nuestros horarios. Las experiencias de los profetas, María, José, los pastores, y los Reyes Magos nos recuerdan que existimos en el tiempo de Dios. Vivir en el tiempo kairos requiere nuestra oración, nuestra atención, y por supuesto nuestra paciencia mientras reconocemos la presencia de Dios, y dejamos que el Espíritu Santo guíe nuestras vidas.