La justicia es una palabra repleta de sentido en estos tiempos graves. La justicia tiene que ser humana y justa y requiere empatía y compasión en la manera en que uno trata a los demás. “La justicia, y sólo la justicia, es lo que ustedes deben seguir,” Dios dice a los hijos de Israel en Deuteronomio. “Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche?” Jesús pregunta a sus discípulos en el evangelio de Lucas. “Les digo que los defenderá sin demora.” Nuestra llamada es vivir nuestros votos bautismales cuando prometemos luchar por la justicia y la paz entre todos los pueblos.