¿Has ofrecido tu amistad a un conocido recientemente? ¿Hiciste esa ofrenda en una casa? ¿Estás tomando el próximo paso para ofrecer un compromiso de toda la vida a una pareja o un hijo a quien va a nacer, adoptarás o acogerás? Si has hecho estas cosas, o cosas parecidas, sabes que hay un momento cuando todos tus esperanzas y miedos se mezclan. Un momento cuando cualquiera cosa y todo y nada es posible. El Adviento es ese momento. Esperamos y deseamos todo, la esperanza prometida de Cristo, mientras ofrecemos nuestro tiempo, nuestra atención, y nuestro ser entero.