Una historia tradicional cheroqui relata cómo una araña de agua le trajo otra vez el fuego al Pueblo después que otros animales más grades fracasaran en su intento. El fuego mantenia al Pueblo vivo. El fuego es un símbolo poderoso en muchas religiones, y una necesidad primordial. Mi maestra cheroqui me contó que cuando la gente de raza blanca vio por primera vez a los indígenas bailar alrededor del fuego, pensaron que los “paganos” estaban adorando al fuego mismo. Pero estaban adorando al Creador, que fijó el fuego del sol en el cielo y la llama del amor en nuestros corazones. Si la llama de nuestros corazones ha disminuido, debido al cinismo o la desesperación, el Adviento nos da la oportunidad de reavivarla.
La Rvda. Kim Becker es una poeta y sacerdote de ascendencia cheroqui; sirve en Dakota de Norte.