Los desiertos son esas partes de la geografía que la civilización todavía no ha alcanzado, que todavía no hemos podido domar. El desierto es ajeno a nuestras esperanzas, temores, sueños, egoísmos, hipocresías, frustraciones, catástrofes y éxitos. No es parte de nuestros hábitos, preferencias, amor, enojo o desesperación. Algunos vamos al desierto para “escapar el mundanal ruido”, otros para gozar su belleza, y otros para poner a prueba nuestra fortaleza.
Desde el desierto, ese espacio que es ajeno a nosotros, una voz nos llama: “¡Cambien! ¡Prepárense para el Señor!”.
Rex Peterson has tiene muchos recuerdos felices de caminatas realizadas en el desierto. Él y la esposa viven en Plum Thicket Farms cerca de Gordon, Nebraska.