La gente de fe ha sido siempre viajera, desde los que atravesaban los desiertos de la antigüedad hasta los peregrinos que recorren el Camino de Santiago. La primera vez que viajé fuera de EE.UU., llevé a un grupo de jóvenes a recorrer ese camino. Fue muy emocionante que sellaran mi pasaporte al llegar. Para los viajeros, tener muchos sellos en el pasaporte es prueba de una vida bien vivida. Cada uno de nosotros viaja según el itinerario de Dios, o el nuestro propio. Elijamos lo que elijamos, Dios nos sella el alma. ¿Qué historias relatan esos sellos? ¿Qué sellos marcarán tu alma este Adviento, y durante el nuevo año litúrgico?
Patrick Kangrga es un ministro laico; sirve como director de ministerios juveniles en la Iglesia Episcopal de Santiago en Jackson, Misuri.