Pasé varios días con esta palabra, y comencé a ver la libertad y la responsabilidad de poder elegir. Puedo alejarme del mal y volverme hacia el bien. Puedo alejarme de grandes males (la guerra y la violencia) y de males pequeños, tales como el odio y pensamientos de maldad. Vuélvete hacia el bien, con compasión por el mundo entero. Dios camina conmigo. Dios grita: “¡Elige lo bueno!”. Dios acompaña al pobre, a la que sufre, al hambriento y a la doliente, y gime: “¡Elige lo bueno!”. Con el auxilio de Dios, yo puedo elegir.
Ann Case es una bibliotecaria jubilada. Tiene 82 años y se hizo episcopal por causa de la liturgia y del Libro de Oración Común.